ESPALDA

Concavenator corcovatur bauitizado "Pepito"( esqueleto hallado en Cuenca)




Dejemos la "joroba" a Pepito.
El "sostén" principal de nuestro cuerpo es la columna vertebral que tiene una curvatura natural que le permite efectuar movimientos múltiples.
Puede realizar flexión (inclinar hacia adelante), extensión (hacia atrás), inclinación lateral (hacia los lados) y rotaciones (girando sobre sí misma).
Esa curvatura natural se llama lordosis (cóncava) en la zona cervical y lumbar y cifosis (convexa) en la región dorsal. 

Los problemas aparecen cuando se acentúan y exageran dichas curvaturas y, -por lo general-, la causa de ese exceso es una falta de flexibilidad de toda la musculatura posterior que forma una cadena desde la nuca hasta los pies. Los músculos se van acortando y enquilosando y esto trae inevitablemente una rigidez que producirá -con el paso del tiempo-, una particular manera de estar que llamaremos "vicio postural". 
Cuando nos instalamos en ese modo rígido aparecen los problemas. Generamos sin darnos cuenta un exceso de fuerza de los músculos posteriores del cuerpo, un acortamiento y contracción.   
A esto se le suma la flaccidez de los músculos abdominales, el bloqueo del diafragma que es el principal músculo inspiratorio y una deformación del sistema óseo:
"Los músculos son los responsables de las deformaciones en los huesos y las articulaciones" (Françoise Mézières).






Entonces, no se trata de fortalecer los músculos posteriores -que de por sí son tónicos-, sino de estirarlos desde la nuca hasta los pies (y desde los pies hasta la nuca). 


Además, completamos este trabajo de estiramiento muscular posterior tonificando los abdominales.

El estiramiento global, traerá además como beneficio liberar nuestra respiración y encontrar un lugar óptimo para cada segmento corporal. Nos permitirá sentirnos cómodos en nuestro cuerpo y eliminar dolores que están allí sin ningún sentido... Lograremos de esta manera, una espalda saludable, no "entrampada" y que mantiene su línea sin esfuerzo. 

Dejemos la joroba a Pepito y disfrutemos de las curvas naturales de nuestra espalda que nos permiten ser flexibles y adaptarnos a las situaciones cambiantes...

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