EQUILIBRIO

Entrenar el Equilibrio.
Centrarnos en cómo estamos ubicados en el espacio que nos rodea.
No hace falta subir a un trampolín ni a un columpio.
Sólo basta con ponerse de pie.
A veces cuesta sólo eso, mantener la posición erguida. 
Entrenar el Equilibrio, hace que nos enfrentemos a nuestra manera de estar "plantados" frente a la vida, y cómo algunas circunstancias nos hacen tambalear y perder nuestro foco.
Entrenar el equilibrio, ayuda a descubrir nuestros propios recursos para volver a nuestro centro.

Como en el resto de los trabajos corporales, la respiración es clave, además de la focalización de la mirada para comenzar el entrenamiento (luego se puede probar con ojos cerrados que es muy interesante también)

Equilibrio implica mirar, escuchar, sentir.
Mirar-nos, escuchar-nos, sentir-nos...


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