El término con el que "bautizó" su propuesta viene del griego eu: bueno, óptimo y tonos: tensión.
Con ello quería expresar la idea de una "tonicidad armoniosamente equilibrada en adaptación constante al estado o actividad del momento". Una manera de moverse utilizando la energía adecuada, sin llegar a la fatiga.
El tono muscular es el grado de contracción básica que mantiene el músculo, aún cuando está en reposo. Está regulado por el sistema neuromuscular y es el "estado de preparación o alerta que permite la constante adaptación y organización fisiológica".
No es simplemente un "estado de la musculatura" sino del funcionamiento del sistema en su conjunto y responde a las experiencias, aprendizajes y vivencias en todos los planos (físico, afectivo, emocional, racional y social) que hacen a la particular personalidad de cada uno.
Gerda afirmaba que podemos influir conscientemente en los sistemas involuntarios que regulan el tono muscular y las funciones vegetativas. Su técnica apunta al desarrollo de esta capacidad y de una consciencia profunda de la realidad corporal y espiritual como una verdadera unidad. Orientar la exploración del cuerpo hacia el "descubrimiento de uno mismo" y pasar a ser objeto de la propia observación.
Las personas adultas tendemos a fijar el tono muscular hacia la hipotonía -tono bajo- o hipertonía -tensión excesiva- de todo el cuerpo o partes de él. Muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de ello hasta que aparece el dolor como señal inequívoca de esos desajustes. Ni tanto ni tan poco
Gerda afirmaba que podemos influir conscientemente en los sistemas involuntarios que regulan el tono muscular y las funciones vegetativas. Su técnica apunta al desarrollo de esta capacidad y de una consciencia profunda de la realidad corporal y espiritual como una verdadera unidad. Orientar la exploración del cuerpo hacia el "descubrimiento de uno mismo" y pasar a ser objeto de la propia observación.
Las personas adultas tendemos a fijar el tono muscular hacia la hipotonía -tono bajo- o hipertonía -tensión excesiva- de todo el cuerpo o partes de él. Muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de ello hasta que aparece el dolor como señal inequívoca de esos desajustes. Ni tanto ni tan poco
El descubrimiento del tono equilibrado, adecuado para cada ocasión, nos permitirá sentirnos cómodos y a gusto en nuestro cuerpo. Nos propiciará un estado óptimo en la utilización de nuestra energía y nos ayudará a conectar con los demás y con el mundo de una manera saludable para ambos.
Como decía Gerda Alexander:
"...cuerpo y alma se contemplan ahora como unidad, como elementos provenientes de una misma raiz. Se trata de llegar a la propia esencia, pisar el propio suelo y partir de él"
Como decía Gerda Alexander:
"...cuerpo y alma se contemplan ahora como unidad, como elementos provenientes de una misma raiz. Se trata de llegar a la propia esencia, pisar el propio suelo y partir de él"
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