ANTIGIMNASIA

"En este momento, en el lugar preciso en que usted se encuentra, hay una casa que lleva su nombre. Ud. es su único propietario, pero hace mucho tiempo que ha perdido las llaves. Por eso permanece fuera y no conoce más que la fachada. No vive en ella. Esa casa, albergue de sus recuerdos más olvidados, más rechazados, es su cuerpo". Thérèse Bertherat "El cuerpo tiene sus razones".


Varias veces en mi blog he mencionado a Thérèse Bertherat y su técnica: La Antigimnasia. Pero me he dado cuenta, de que no le había dedicado una entrada a ella solita.
Debo enmendar esta falta, ya que el método Antigimnasia marcó un antes y un después en mi formación y práctica profesional.
Thérèse Bertherat, buscando una casa para habitar en París, dio con Suze Lalou, una "profesora de gimnasia", que le propuso un encuentro diferente con su propio cuerpo. 
Thérèse rechazaba por completo la idea de "hacer gimnasia":  "...sólo pensar en la gimnasia me producía un gran cansancio y me recordaba automáticamente las salas ruidosas y malolientes del instituto" (Probablemente de ese rechazo surge el nombre que luego le puso a su método).

Después de ese primer encuentro, Thérèse supo que la casa que estaba buscando para habitar, era su propio cuerpo y así comenzó un camino con la propia Suzi L. y Lydia Ehrenfried, con su Gimnasia Holística y luego con Françoise Mézières a quién debemos entre otras cosas, el concepto de las famosas "Cadenas Musculares".

"La Antigimnasia consiste en que la persona aprenda por sí misma -con pequeños movimientos suaves y extremadamente precisos que responden exactamente a la fisiología de cada uno de los músculos que componen nuestro cuerpo- a despertar todas sus "zonas muertas" y así eliminar los dolores y la rigidez que, literalmente, la aplastan y bloquean. El objetivo final es conseguir un cuerpo armonioso, equilibrado y, por tanto, sano".
Pero además incluye el concepto holístico de unidad de cuerpo mente y emociones:
 "Tomar conciencia del propio cuerpo significa abrirse el acceso a la totalidad del propio ser (...) el cuerpo y el espíritu, lo psíquico y lo físico, incluso la fuerza y la debilidad, representan la unidad del ser, no su dualidad".

Hace más de 25 años, mi madre me dio un libro que cambió mi manera de pensar y sentir mi propio cuerpo. Experimenté el concepto de "habitar el cuerpo" y tuve la oportunidad de descubrir, redescubrir, y despertar nuevas zonas corporales y emocionales. El libro que mi madre me dió y que aún conservo, es "La guarida del tigre" de Thérèse Bertherat. Después descubrí "El cuerpo tiene sus razones".

Por eso y desde aquí, desde este blog, que no sé bien quién lee, pero que me sirve a mi misma para recordarme y reafirmarme una y otra vez, mi filosofía y manera de encarar mi profesión y mi vida cotidiana... Digo entonces desde aquí
mamá (y Thérèse) ¡ Gracias !

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