CORAZAS

Existen muchas controversias en relación a Wilhelm Reich y su teoría del "orgón" (palabra combinada de orgasmo y organismo) o energía vital.  
W. Reich era médico, filósofo, psiquiatra y psicoanalista que toma un camino teórico y metodológico diferente al de Freud. Para su época se lo tildó de delirante ya que propuso una metodología terapéutica muy distinta que incluía al cuerpo físico en la terapia. Estamos en los comienzos del siglo XX y aún hoy incluir al cuerpo en la terapia psicológica suena extraño.
Pero más allá de las controversias quiero rescatar aquí el concepto de corazas caracterológicas que me parece muy interesante. Reich Afirmaba que nuestras actitudes y manera de ser en la vida determina una cierta disposición de nuestra musculatura a la flexibilidad o por el contrario a la rigidez y contracción. «La psique de una persona y su musculatura voluntaria son funcionalmente equivalentes.» Los bloqueos psíquicos se corresponden a contracciones musculares crónicas. Cada individuo se crea una coraza mediante hábitos corporales y actitudes con el fin de protegerse, tanto del mundo externo como de sus propios deseos e instintos.

El gusano de Reich

El cuerpo humano no es muy distinto al de un gusano. Está compuesto por diversos segmentos: cráneo, cuello, diafragma, vientre y cadera. Estas áreas o sectores forman "bandas" alrededor del cuerpo y en esa banda es donde puede estancarse la energía formando una coraza. En orden cefalo-caudal (o sea de la cabeza a los pies) las áreas son: ojos, boca, cuello, pecho, plexo solar, cintura o pelvis y genitales. 
Las corazas se forman entonces cuando la energía se bloquea en alguno de estos segmentos. La inmovilización de músculos crónicamente contraídos, llegó allí debido a emociones específicas que el organismo bloqueó como defensa: el miedo, la ira, la tristeza...
Reich afirmaba que las personas tienen miedo a romper sus bloqueos cuando son incapaces de sentir el placer de la distensión, de relajarse, de dejarse llevar y así elaboró un sistema de curación que consiste en un desbloqueo progresivo: debía analizar estas áreas en cada individuo y ayudarle a desbloquearlas para que la energía  pudiese fluir nuevamente. Este desbloqueo era realizado mediante masaje, movimiento, sonidos y ejercicios...

Recuerdo a una paciente, en una sesión grupal de trabajo corporal consciente, cuando en medio de un estiramiento, en un arranque de pura espontaneidad, dijo: "pero si esto es mejor que el sexo"..., y es que mediante el fluir del movimiento podemos relajarnos, dejarnos llevar, entregarnos al momento presente sin pretender ni juzgar y sentir nuestro cuerpo de una manera placentera, similar en cierta forma a la energía del orgasmo que es liberadora. 
Desarmar una coraza es difícil ya que de forma inconsciente nos da una sensación de seguridad o de protección. El cuerpo "está cómodo en su coraza" y teme desarmarla ya que le vale como un escudo o como el caparazón a la tortuga. 
Pero una coraza no es solo muscular y condiciona una manera de actuar que limita nuestro potencial, nos encierra, aísla y dificulta enormemente la relación con los demás.
Hay variados recursos corporales que se pueden utilizar para desarmar esas corazas que lejos de protejernos nos oprimen. El primer paso es observar y "darse cuenta"..., será el inicio del camino para salir del capullo...